Vivimos tiempos de una aceleración tecnológica que desafía nuestra capacidad de asombro. Durante los últimos años, hemos sido testigos de cómo los grandes modelos de lenguaje y los agentes autónomos conquistaban bastiones que creíamos exclusivamente humanos. Los hemos visto aprobar exámenes de abogacía con notas sobresalientes, diagnosticar enfermedades complejas con una precisión quirúrgica y escribir…


