La vertiginosa crónica de la inteligencia artificial generativa, ha estado marcada por una obsesión casi exclusiva con la creación. Desde los primeros modelos de lenguaje hasta los actuales colosos multimodales capaces de componer sinfonías, escribir código o generar vídeo de alta fidelidad, el foco ha residido en la capacidad de hacer. Sin embargo, a medida…

