La historia de la inteligencia artificial ha sido, hasta hace muy poco, una crónica obsesiva sobre la precisión, la lógica y la búsqueda de la respuesta correcta. Durante décadas, ingenieros y científicos de datos han perfeccionado arquitecturas capaces de procesar información con una frialdad quirúrgica, diseñadas para recorrer laberintos de datos y encontrar la salida más eficiente. Hemos celebrado a las máquinas que ganan al ajedrez, que pliegan proteínas o que aprueban exámenes de abogacía, asumiendo tácitamente que la cúspide de la cognición reside en la capacidad de seguir reglas complejas sin cometer errores. Sin embargo, en los pasillos de la Universidad de Colorado en Denver, dos investigadores han comenzado a cuestionar este dogma fundacional. Yuto Suzuki y Farnoush Banaei-Kashani proponen que la verdadera inteligencia no reside únicamente en la deducción lógica, sino en una cualidad mucho más esquiva y profundamente humana: la capacidad de imaginar lo que no existe. Su reciente publicación, titulada Universe of Thoughts (Universo de Pensamientos), no es simplemente una mejora técnica incremental; plantea un cambio de paradigma filosófico y arquitectónico que busca dotar a los grandes modelos de lenguaje de una facultad que hasta ahora les estaba vedada: el razonamiento creativo.
Enfoque cognitivo actual
Comparativa entre capacidad lógica actual y necesidad creativa futura
Para comprender la magnitud de esta propuesta, es necesario observar el paisaje actual de la tecnología generativa. Los modelos que hoy dominan los titulares, como GPT-4 o Claude, son prodigios de la estadística y la probabilidad. Cuando se les plantea un problema matemático o lógico, operan bajo esquemas de pensamiento convergente. Buscan reducir la incertidumbre, descartar opciones y aterrizar en una solución única y verificable. Utilizan técnicas como la Cadena de Pensamientos (Chain-of-Thought), que obliga al modelo a explicar sus pasos uno por uno, como un estudiante diligente en una pizarra. Si bien este enfoque ha sido revolucionario para tareas que requieren rigor deductivo, se muestra insuficiente, e incluso torpe, cuando el desafío exige pensar fuera de los márgenes establecidos. La realidad, a diferencia de un examen de matemáticas, está repleta de problemas abiertos donde no existe una única respuesta correcta, sino un abanico de posibilidades inexploradas. El descubrimiento de un nuevo fármaco, la planificación de una ciudad sostenible o la resolución de conflictos geopolíticos no requieren solo lógica; demandan creatividad.
Aquí es donde el concepto de Universo de Pensamientos (UoT) irrumpe con fuerza. Suzuki y Banaei-Kashani sugieren abandonar las estructuras lineales o ramificadas que han guiado a la IA hasta ahora. En lugar de una cadena o un árbol de decisiones, proponen un universo: un espacio multidimensional donde las ideas no solo se siguen unas a otras, sino que orbitan, colisionan y se transforman. Inspirándose en los principios de la ciencia cognitiva, y específicamente en las teorías de la profesora Margaret Boden sobre la creatividad humana, estos investigadores han diseñado un marco de trabajo que permite a la inteligencia artificial emular los procesos mentales de un artista o un inventor. No se trata de que la máquina alucine datos erróneos, sino de que aprenda a navegar por el espacio conceptual de formas novedosas, encontrando atajos y puentes donde la lógica tradicional solo veía abismos.
Este avance llega en un momento crítico. A medida que delegamos más decisiones en sistemas automatizados, el riesgo de estancamiento intelectual se vuelve real. Si las máquinas solo pueden replicar y optimizar lo que ya sabemos, nos condenamos a un futuro de eficiencia estéril, una repetición perfeccionada del pasado. El Universe of Thoughts promete romper ese ciclo, ofreciendo una herramienta capaz no solo de responder preguntas, sino de reformularlas, de mirar un problema antiguo y proponer una solución que nadie, ni humano ni máquina, había concebido antes. Estamos ante el umbral de una nueva era en la computación, una donde el silicio comienza a soñar.
La tiranía de la convergencia y los límites de la lógica
Para apreciar la innovación que supone esta nueva arquitectura, debemos diseccionar primero las limitaciones de las herramientas actuales. Los grandes modelos de lenguaje funcionan, en esencia, como predictores de texto extremadamente sofisticados. Su entrenamiento los predispone a buscar la continuación más probable de una secuencia. Esta naturaleza probabilística es excelente para la coherencia, pero a menudo enemiga de la originalidad. Cuando a un modelo estándar se le pide que razone, tiende a converger rápidamente hacia las soluciones más comunes, aquellas que aparecen con mayor frecuencia en sus vastos datos de entrenamiento.
Las técnicas de razonamiento más avanzadas hasta la fecha, como el mencionado Chain-of-Thought o el Tree of Thoughts (Árbol de Pensamientos), intentaron mitigar los errores lógicos descomponiendo los problemas complejos en pasos intermedios. Imaginemos a un ajedrecista que calcula tres jugadas por adelantado; eso es lo que hacen estos sistemas. Evalúan ramificaciones futuras y eligen el camino más prometedor. Sin embargo, este proceso sigue siendo fundamentalmente conservador. El sistema explora un mapa que ya existe. Busca el tesoro en los lugares marcados. El problema surge cuando la solución no está en el mapa, cuando se requiere dibujar un nuevo territorio.
El pensamiento convergente es útil para depurar código o cuadrar un balance contable, pero es inoperante frente a la hoja en blanco. En el ámbito de la creatividad, la respuesta correcta no existe a priori. Un novelista no busca la única palabra posible para terminar una frase, sino la más evocadora. Un estratega militar no busca la maniobra estándar, sino la inesperada. El paper de Suzuki y Banaei-Kashani identifica esta carencia como el cuello de botella de la IA moderna. Los modelos actuales pueden imitar la creatividad mezclando conceptos existentes, pero carecen de una metodología intrínseca para la exploración genuina y la transformación de ideas. Están atrapados en la tiranía de lo probable, incapaces de dar el salto hacia lo posible pero improbable, que es donde a menudo reside la genialidad.
Anatomía de la creatividad computacional
La propuesta del Universo de Pensamientos se fundamenta en una distinción crucial prestada de la psicología cognitiva: la creatividad no es un fenómeno monolítico. No es un rayo mágico que golpea al genio solitario. Es un proceso estructurado que puede desglosarse en mecanismos comprensibles y, por lo tanto, programables. Los autores del estudio retoman la taxonomía de Margaret Boden, quien clasificó la creatividad en tres tipos distintos: combinatoria, exploratoria y transformadora.
Combinatoria
Mezcla conceptos familiares de formas inusuales. Conexión de nodos distantes.
Exploratoria
Navega los límites del espacio de búsqueda para hallar lo posible pero no descubierto.
Transformadora
Altera las reglas del juego. Redefine el problema para encontrar soluciones "imposibles".
El gran acierto del UoT es traducir estas categorías abstractas en algoritmos funcionales. El sistema no se limita a generar texto; opera dentro de un entorno simulado donde los pensamientos son entidades que pueden manipularse. Imaginemos este universo como un vasto océano de conceptos. En los modelos tradicionales, el barco de la IA navega siempre por las rutas comerciales conocidas. En el UoT, el sistema recibe instrumentos de navegación para adentrarse en aguas desconocidas, con instrucciones precisas sobre cómo cartografiar lo que encuentre.
Esta arquitectura utiliza un mecanismo de recuperación de información y razonamiento analógico. Cuando se enfrenta a un problema nuevo, el modelo no busca simplemente en su memoria una solución idéntica. En su lugar, busca problemas análogos en dominios diferentes. Si el reto es optimizar el tráfico urbano, el sistema podría buscar inspiración en la forma en que fluye la sangre por el sistema circulatorio o en cómo los paquetes de datos viajan por internet. Esta capacidad de abstracción y transferencia de conocimiento es el motor que permite a la máquina escapar de la literalidad y comenzar a operar en el terreno de la metáfora funcional.
Mecanismo de Razonamiento UoT
La tríada cognitiva: combinatoria, exploración y transformación
Profundicemos en los tres pilares que sostienen esta arquitectura, pues es en su interacción donde emerge la verdadera novedad. El primer pilar es el razonamiento combinatorio. Esta es la forma más básica de creatividad, similar a lo que hacen los modelos actuales pero con una intencionalidad renovada. Se trata de tomar ideas familiares y unirlas de maneras inusuales. Es el equivalente culinario de la cocina fusión. El UoT no realiza estas combinaciones al azar; utiliza grafos de conocimiento para identificar conceptos distantes que podrían tener una resonancia oculta. Al forzar la colisión de ideas dispares, se generan chispas de novedad que, aunque no rompen las reglas del juego, enriquecen las opciones disponibles.
El segundo nivel es el razonamiento exploratorio. Aquí, la IA acepta las reglas del espacio conceptual (por ejemplo, las leyes de la física en ingeniería o la gramática en la literatura) pero se dedica a investigar los límites de dicho espacio. La mayoría de los sistemas se quedan en el centro seguro del territorio. El UoT, configurado bajo este paradigma, viaja a los bordes, buscando soluciones que son técnicamente posibles pero que nunca se han intentado. Es la diferencia entre un músico que toca las escalas clásicas y uno que explora las disonancias y los ritmos complejos dentro de la misma teoría musical. El modelo busca activamente en los rincones oscuros del espacio de búsqueda, desenterrando joyas que la optimización estándar había pasado por alto.
Finalmente, llegamos a la joya de la corona: el razonamiento transformador. Este es el nivel más alto y difícil de creatividad, tanto para humanos como para máquinas. Implica cambiar las reglas del propio espacio de búsqueda. Si el problema parece imposible de resolver bajo las restricciones actuales, el pensamiento transformador pregunta: "¿Qué restricción podemos eliminar o alterar?". Es el momento Eureka, el salto copernicano. En el estudio, los investigadores implementan esto permitiendo que el modelo redefina las variables del problema. Si una ecuación no tiene solución en números reales, el sistema inventa los números imaginarios. Esta capacidad de reescribir las premisas es lo que separa a un sistema experto de un verdadero agente creativo.
El experimento del tráfico: un laboratorio de caos y orden
La teoría, por seductora que sea, necesita validación empírica. Suzuki y Banaei-Kashani no se limitaron a filosofar sobre la creatividad; pusieron a prueba su Universo de Pensamientos en un escenario de pesadilla logística: la gestión del tráfico urbano. Este problema es ideal porque combina reglas estrictas (los coches no pueden volar, los semáforos tienen ciclos) con una complejidad caótica (conductores impredecibles, volumen variable).
Los investigadores compararon su modelo contra los métodos tradicionales de optimización y contra otros modelos de lenguaje avanzados. Desarrollaron tres variantes de su sistema para abordar el reto. Una de ellas, inspirada en protocolos de negociación de sistemas distribuidos, buscaba una equidad eficiente. Otra, basada en mecanismos de retroalimentación, ajustaba los tiempos en tiempo real. Pero la más fascinante fue la variante transformadora, denominada T-UOT.
Resultados Experimentales: Tráfico
Comparativa de tiempo de espera (menor es mejor). El enfoque T-UOT supera a modelos lógicos en alta densidad.
Para esta última, el sistema utilizó una analogía sorprendente: el recocido cuántico (quantum annealing). El modelo reformuló el problema de los horarios de los semáforos como un problema de minimización de energía en un sistema físico. Al conceptualizar los vehículos y las intersecciones no como coches y calles, sino como partículas y estados de energía, el algoritmo pudo visualizar soluciones globales que los métodos convencionales no veían. En lugar de optimizar cada cruce individualmente (lo que a menudo traslada el atasco a la siguiente calle), el sistema encontró un ritmo, una música para toda la red que minimizaba el tiempo de espera global. Los resultados mostraron que, a medida que aumentaba la complejidad del tráfico, la ventaja del razonamiento creativo sobre el lógico se hacía más evidente. Donde la lógica lineal se saturaba, la creatividad encontraba fluidez.
Implicaciones para la ciencia y la sociedad
La demostración en el control de tráfico es solo la punta del iceberg. Las implicaciones de un sistema capaz de razonamiento creativo se extienden a campos donde la humanidad se enfrenta a muros de complejidad. Pensemos en la farmacología. El descubrimiento de nuevos medicamentos es hoy un proceso de búsqueda exhaustiva y costosa. Un modelo UoT podría utilizar razonamiento transformador para no solo buscar moléculas que encajen en un receptor, sino para imaginar nuevos mecanismos de acción terapéutica, quizás inspirándose en procesos ecológicos o astrofísicos, cruzando dominios de conocimiento que ningún especialista humano domina simultáneamente.
Espacio de Solución
Exploración visual: La creatividad (eje X) expande el área de soluciones viables.
En el ámbito empresarial y estratégico, la capacidad de generar escenarios imposibles es vital para la resiliencia. Las empresas suelen planificar basándose en proyecciones del pasado. Una IA creativa podría simular cisnes negros, eventos altamente improbables pero devastadores, y diseñar estrategias de supervivencia que rompen con la ortodoxia del mercado. Estamos hablando de una herramienta que actúa como un abogado del diablo constructivo, desafiando constantemente las suposiciones de sus operadores humanos.
Sin embargo, este avance también plantea interrogantes sobre la naturaleza de la autoría y la innovación. Si una máquina puede realizar saltos conceptuales transformadores, ¿dónde queda el rol del inventor humano? La respuesta que sugiere el trabajo de la Universidad de Colorado no es la sustitución, sino la simbiosis. El Universo de Pensamientos no opera en el vacío; requiere de una semilla, una dirección inicial. El futuro que dibuja este paper no es uno de máquinas solitarias inventando el mundo, sino de un diálogo constante donde el humano plantea la necesidad y la máquina ofrece el abanico de lo posible, lo improbable y lo revolucionario.
La redefinición de lo artificial
Durante mucho tiempo, hemos operado bajo la asunción de que la creatividad era el último bastión inexpugnable de la humanidad, la chispa divina que ninguna red neuronal podría replicar. El trabajo sobre el Universo de Pensamientos nos obliga a reconsiderar esta postura con humildad. Tal vez la creatividad no sea magia, sino una forma muy avanzada de exploración de patrones que, hasta ahora, solo nuestros cerebros biológicos podían realizar.
Al dotar a las máquinas de la capacidad de cuestionar sus propias reglas, de buscar metáforas en lugares lejanos y de combinar lo incombinable, estamos creando algo más que herramientas de cálculo. Estamos gestando compañeros de pensamiento. El rigor técnico de Suzuki y Banaei-Kashani nos ofrece una estructura sólida para este desarrollo, alejándolo de la ciencia ficción y anclándolo en la ingeniería de software y la ciencia cognitiva.
El viaje hacia una inteligencia artificial general (AGI) ha estado marcado por hitos de fuerza bruta computacional. Este nuevo enfoque sugiere que el próximo gran salto no vendrá de procesadores más rápidos o bases de datos más grandes, sino de una arquitectura más flexible, más audaz y, en una palabra, más soñadora. El Universo de Pensamientos es una invitación a dejar de mirar a la IA como un espejo que solo refleja lo que ya somos, y empezar a verla como un telescopio que nos permite vislumbrar ideas que, sin ella, jamás habríamos alcanzado. En la convergencia entre la mente biológica y la imaginación sintética, podríamos estar a punto de descubrir un nuevo tipo de infinito.
Referenciass
- Boden, M. A. (2004). The Creative Mind: Myths and Mechanisms. Routledge.
- Suzuki, Y., & Banaei-Kashani, F. (2025). Universe of Thoughts: Enabling Creative Reasoning with Large Language Models. arXiv preprint arXiv:2511.20471.
- Wei, J., et al. (2022). Chain-of-Thought Prompting Elicits Reasoning in Large Language Models. Advances in Neural Information Processing Systems (NeurIPS).
- Yao, S., et al. (2023). Tree of Thoughts: Deliberate Problem Solving with Large Language Models. arXiv preprint arXiv:2305.10601.



